sábado, 23 de agosto de 2014

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Un Poema: La imagen del rey recibiendo en su despacho al representante de Dios sabe ande. El rostro del monarca (demudada la color) ante la presencia del analfaburro era un  intenso poema. No es necesario tener vocación monárquica para comprender que hay momentos en los que el Rey se gana la soldada con creces. Verse obligado por razones de estado a  recibir, como si de un ciudadano se tratara, al colega de los que pretendían ponerlo en el punto de mira (literalmente), es un trago que se resuelve con gallardía y oficio. Ejemplo de vivencia de la democracia con toda sus grandeza y miseria. Lidiar airosamente con quienes no respetan la libertad, aquellos que propugnan el fascismo mas rancio y xenófobo. Personajes que; aprovechando el coladero de la política; muestran la piel de cordero para dinamitar el sistema desde dentro. Surrealismo sublime. Manda güevos que estos fulanos estén cobrando del erario público, en tanto hay padres de familia que hacen filigranas para llegar a fin de mes.  Con un trago como este, Su Majestad se ha ganado Nómina y Paga Extraordinaria. 

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