sábado, 23 de agosto de 2014

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                                               El caso BILDU




Aquí mis primos del Constitucional han metido la gamba con arte y tronío. Como dios manda. Los chicos malos están de  nuevo en el juego político. Después de sus últimos fracasos han sabido adaptarse a los tiempos y se han hecho un lifting de urgencia. El look batasuno; féminas de aspecto masculino con el pelo cortado con una segadora y el rostro hosco (o asqueado, vaya usted a saber); han sido sustituidas por otras con apariencia más españolaza. (Y olé). El toque de perroflauta que se gastaba el sector masculino, camisetas mugrientas, pelos de estropajo y rostro nuevamente hosco (o asqueado),  que invitaba a darles una caritativa monedita, también ha recibido un lavado de cara. Una perfecta operación de camuflaje para poder aferrarse a las nóminas que les pagan todos los españoles, y no trabajar en el andamio. Somos de un demócrata y un progre que te rilas. Los chicos traviesos nos han colocado sus hombres de paja, pero en las fotos y reportajes se siguen viendo en el fondo los mismos caretos traumáticos de siempre. El lobo con collar de cordero, para dinamitar el sistema desde dentro. Lo han conseguido con el beneplácito de aquellos que nos representan (tan demócratas ellos, tan progres ellos), pero sin preguntarle al ciudadano que paga de su bolsillo cual es su opinión. Quienes van a sufrir a estos personajes no serán aquellos les han abierto las puertas. Los ejecutores de este dislate, relajaran sus esfínteres, cómodamente, en sus poltrona. Condenados a diario un puñado de valientes a lidiar en los ayuntamientos, en las calles, viéndose rodeados de una pestilente ideología filonazi, que además maneja fondos públicos. Vivirán en la zozobra de tener que verse cada día rodeados de energúmenos con un RH diferente. Se jugarán el tipo por hacer bien su trabajo. Serán héroes a su costa (y a costa de quienes les han metido en esto). Y como triste compensación sólo les quedará mentar el árbol genealógico de los patanes cuya tibieza ha conducido a esta situación. Dediquemos una oración para que quienes representan al ciudadano en las instancias judiciales, no se conviertan en paniaguados del partido político de turno, en lugar de velar por el interés del ciudadano.

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