domingo, 17 de agosto de 2014

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De la higa de Aznar a la entrepierna de John Cobra

                     


Dos acontecimientos polémicos: La higa que Aznar les dedicó a los filonazis que pretendían reventarle el chiringuito por la patilla, y los masajes de entrepierna que John Payaso dedicaba con afecto al respetable que se había percatado de que cantaba con el esfínter. El caso Aznariano; casi justificable cuando se trata de facciosos que intentan evitar la libre expresión; puede ser interpretado también como una falta de urbanidad y clase. Es una opinión respetable, pero la actitud de John Estulto es un alegato barriobajero y grosero como su forma voluntariosa de destrozar la música. ¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre estos dos polémicos gestos? La actitud de John Bufón es una pataleta marginal, dedicando el Arco del Triunfo a todos los que no estaban de acuerdo con el ruido infernal que proponía. Es la anécdota casposa para llenar varios días de programas basura y después condenarlo al olvido o para convertir al personaje en un esperpento asiduo de a la TV Trash, recordable únicamente por su grosería y no por su música. (que no existe tal). ¿Se han preguntado por que Aznar puede dedicar una higa sin ánimo de lucro? Porque se lo hemos pagado entre todos. Me explico. Pruebe usted a consagrarle el dedo corazón a su Jefe. No seamos cínicos. Más de una vez habrá deseado contestarle con el lenguaje de los gestos, pero lo frena la dependencia económica que todos tenemos y nuestras situaciones sociales. Si nosotros también gozáramos de una jubilación dorada, coche oficial y patente de corso a cargo del contribuyente, quizás algunos de los que critican la higa se permitirían también algún lujazo táctil. Sin apoyar incondicionalmente la gimnasia táctil del ex presidente , me permito opinar que es preferible una higa dedicada a los fascistones que la grosería marginal de John Paleto. El aprendiz de cantante ignoraba que ese año sería seleccionada una canción de letra profética, dedicada a aquello que amasaba en los bajos con tanto esmero. Ya saben: Algo chiquitito. Uo. Uo. Uo. Algo pequeñito…Pues eso. 

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